domingo, 9 de octubre de 2011

LIBROS

*LAS PIEDRAS SE AMAN. De Arnulfo Moreno Ravelo. Cabana, Ancash 1945. Abogado de profesión y poeta de nacimiento. Actual directivo nacional de CADELPO. Hace tiempo que escribe poesía con una serie larga de libros; pero es con el presente que se ubica en un espacio importante de la lírica. Un reciente y modesto evento internacional ocurrido en Huaraz, lo pone en el candelero después de cuatro años de silencio. El poético título, da pie para desarrollar un interesante ensayo que va tramando toda una teoría filosófica. No es que nos alarme esta relación, sino que lo vemos como lo más natural, habida cuenta las incuestionables relaciones entre filosofía y poesía. La teoría Aquinense ya nos había dicho que el "bonun (amor) est difusivum sui". Es decir que el amor se extiende o se difumina como una de sus características esenciales.
Las Piedras se Aman, da motivo a una profunda reflexión interrelacional entre la piedra (objeto conocido), la persona o sujeto (objeto cognoscente) y el Amor, como categoría platónica de unión y/o interrelación entrambas. De ahí a la metafísica hay medio paso, por cuanto las secuencias, se van haciendo necesariamente trascendentes y explicables frente a la mostrenca realidad (el más acá). Vean: toda cosa o ser, cualquiera que sea, es un ente y como tal, tiene una esencia que la constituye como tal (los latinos la llamaban eséitas), la misma que participa de un ENTE O ESENCIA UNIVERSAL. La piedra también es un ente con su propia constitución esencial (eséitas) y participa de Aquella. De aquí nace la interrelación de las cosas entre sí y por supuesto entre las piedras. Como las piedras rosadas de cuarzo, como las piedras preciosas del Sr. de Sipán o como las piedras del gran centro metafísico del mundo Machu Picchu; etc, etc. Yo he visto hombres conmoverse frente a la urbanización de piedras de esos monumentos mundiales y he visto llorar, adorar o conmoverse a rudos hombres ante rocosas montañas en los límites de Puno. He visto también niños llorar espantados ante la solemnidad terrible de las montañas. Bien. Esta argumentación es levantada con gracia y talento -en forma de ensayo- en la primera parte del libro Las Piedras se Aman. El texto poético, en la 2da. parte, discurre en 67 cantos, que el poeta llamará a cada uno Cantal. La forma de los "cantales" no saldrán de la compostura Modernista , utilizando un lenguaje claro, directo y lineal, bordeando eficazmente lo épico. La génesis del mundo en el transcurso de su lírica, coge lo tierno y trascendente. Ahí es donde adquiere alturas. Lo recomendamos. Edit. Por el autor. Lima 1997;pp. 162. Limpia y bella edición.

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